España es el país del mundo que más gasta en juegos de azar, por persona, después de Filipinas. . Aunque las probabilidades de ganar son pocas, la industria del juego anuncia premios millonarios. El sueño de ser ricos. La. En conclusión, jugar o apostar no es un pecado en sí mismo. . a. La Biblia también nos advierte que no veamos. Sin embargo, la Biblia nos advierte que nos alejemos del amor al dinero (1. Cuál es la postura de la Iglesia sobre los juegos de azar o apuestas? La Iglesia Católica cree que el juego es un pecado: fomenta el desperdicio de dinero, la adicción y el engaño. ¿Deberían los cristianos ir a los casinos, jugar a la. Aunque las probabilidades de ganar son pocas, la industria del juego anuncia premios millonarios. Aunque la Biblia no habla en detalle de los juegos de azar, sus principios nos ayudan a entender que para Dios son un pecado (Efesios ). ¿Es el juego un pecado? Un pecado es cualquier cosa que daña o dificulta nuestra relación con Cristo. Cualquier esfuerzo por. La Biblia no menciona que el juego de azar sea un pecado real. Cuando un jugador está resuelto a ganar, en realidad espera que los demás pierdan su dinero para quedarse con él. De. La Biblia no condena específicamente el juego de azar, las apuestas o la lotería. Aunque el pecado produjo un cambio en la naturaleza del trabajo (Génesis , 19), la responsabilidad de trabajar nunca se anuló. Jim Newheiser. Lo que se gasta en juegos de azar en un año es una atrocidad.