Si ellos vieran a un cristiano en un casino o comprando un boleto de lotería, ¿qué pensarían de él y de la congregación del cuerpo del Señor. Sin embargo, la Biblia nos advierte que nos alejemos del amor al dinero (1. En conclusión, jugar o apostar no es un pecado en sí mismo, pero lo puede ser dependiendo de la actitud que tengas al momento de hacerlo: si. Un cristiano podría asistir a una partida amistosa de póquer con amigos, incluso a juegos en los que esté en juego dinero real, y un cristiano. Apostar en los juegos de azar pone en peligro la ética y el testimonio cristianos. Algunos cristianos sostienen que no hay nada malo en comprar algunos billetes de lotería o apostar un poco en un casino por diversión, siempre y. Aunque las probabilidades de ganar son pocas, la industria del juego anuncia premios millonarios. La Iglesia se opone a todos los juegos de azar o apuestas en cualquier forma, incluso las loterías (véase Manual 2: Administración de la Iglesia, , ). No hay ningún lugar específico en la Biblia que prohiba los juegos de azar, sin embargo, si contiene muchos principios que deben hacerle dudar de que la. La Biblia no condena específicamente el juego de azar, las apuestas o la lotería. En realidad, la gente juega por codicia. . El sueño de ser ricos. Gran parte de los juegos de azar, en particular los juegos en los casinos.